1. Crea anticipación
La excitación comienza fuera de la habitación. Mensajes coquetos, susurros, caricias provocativas o cumplidos pueden ponerla a tono mucho antes de que ocurra algo físico.
2. Céntrate en los preliminares
Ir directamente a la penetración no suele funcionar. Besar, acariciar y explorar sus zonas erógenas (cuello, orejas, parte interna de los muslos, zona lumbar) intensificará su placer.
3. Entiende qué le gusta
Cada mujer es diferente. Presta atención a sus reacciones (gemidos, lenguaje corporal y cambios en la respiración) para descubrir qué disfruta.
4. Usa las manos y la boca
La estimulación oral y las técnicas manuales suelen ser más efectivas que la penetración sola. El clítoris tiene 8000 terminaciones nerviosas; saber cómo estimularlo correctamente es clave.
5. El ritmo y la presión importan
Una presión constante y moderada, y un ritmo constante, suelen ser más efectivos que cambiar de ritmo demasiado rápido. Deja que ella te guíe. 6. Fomenta la comunicación
Pregúntale qué le gusta de forma sensual y sin incomodidad:
“¿Te gusta esto?” o “Dime qué te gusta más”.
Esto te ayuda a mejorar y a que ella se sienta cómoda.
7. La estimulación mental es clave
La excitación no es solo física, sino también psicológica. El contacto visual, las palabras sucias o incluso los juegos de rol pueden aumentar su placer.
8. Sé paciente y atento
Los mejores amantes no son necesariamente los más rápidos. Las mujeres tardan más en calentarse que los hombres, así que la paciencia y la atención conducen a orgasmos más intensos y satisfactorios.