El cáncer de estómago afecta a innumerables personas en todo el mundo. Los síntomas de la enfermedad se confunden frecuentemente con los de otros trastornos estomacales, lo que genera subjetividad. El cáncer suele identificarse en sus últimas etapas, lo que dificulta su tratamiento y atención. A continuación, se presentan siete indicadores de cáncer de estómago que nadie debe pasar por alto.
1. Signos de cáncer de estómago en etapa avanzada.
La enfermedad progresa a través de cuatro etapas, cada una con sus propios síntomas y apariencias. A continuación, se presentan los siete indicadores más inmediatamente reconocibles de cáncer de estómago en etapa avanzada:
Dolor abdominal
El malestar abdominal es un síntoma común en diversos trastornos médicos relacionados con el estómago, incluido el cáncer. Sin embargo, cuando se forma un tumor maligno en el estómago, el dolor abdominal suele manifestarse de formas únicas. Por lo general, el dolor es intenso y frecuente. El malestar suele aparecer en la región epigástrica, especialmente con hambre o después de las comidas, y no desaparece ni siquiera con analgésicos.
Falta de apetito y miedo a comer.
El cáncer de estómago tiene un efecto devastador en el tracto digestivo. Los pacientes presentan dificultad para comer debido a la sequedad bucal y las náuseas, y la comida es difícil de digerir con regularidad, lo que resulta en pérdida de apetito. El uso de medicamentos con efectos secundarios agrava la sensación de pérdida de apetito.
Náuseas y vómitos.
Las náuseas son una de las siete señales tempranas del cáncer de estómago, pero suelen pasarse por alto porque los síntomas son escasos y poco frecuentes en las primeras etapas. Cuando la enfermedad progresa, las náuseas y los vómitos empeoran debido a la presión del tumor sobre el estómago, lo que provoca hinchazón y reflujo. Además, los medicamentos para el tratamiento del cáncer pueden producir náuseas y vómitos.
Estreñimiento y diarrea.
El desarrollo del cáncer de estómago provoca dificultades digestivas y una función digestiva deficiente. Esta es la causa del estreñimiento en personas con cáncer de estómago. Además, las enfermedades bacterianas intestinales pueden causar diarrea. Estos son dos síntomas típicos que provocan fatiga y pérdida prolongada del apetito.
Heces negras.
Las heces negras son uno de los siete indicadores visibles de cáncer de estómago en sus etapas avanzadas. La causa es la ruptura de algunos vasos sanguíneos en el tumor o lesiones tumorales ulceradas en el estómago, que producen sangrado.
Bajar de peso rápidamente.
La mayoría de los pacientes con cáncer experimentan una rápida pérdida de peso. El cáncer de estómago es una de las enfermedades que causa la pérdida de peso más rápida porque afecta el tracto digestivo. El cáncer afecta la capacidad del estómago para digerir los alimentos y absorber nutrientes.
Piel pálida con anemia.
El sangrado gastrointestinal frecuente provoca una rápida pérdida de sangre, lo que resulta en piel pálida y falta de vitalidad. Además, debido al impacto directo en el tracto digestivo, los malos hábitos alimenticios y la capacidad de absorber nutrientes se ven afectados, por lo que el paciente se siente constantemente cansado, delgado y pálido.
2. Indicaciones tempranas de cáncer de estómago.
La mayoría de los tumores malignos presentan signos iniciales vagos. Las células cancerosas solo se pueden detectar mediante exámenes y pruebas. Por lo tanto, cuando la mayoría de los pacientes con cáncer reciben el diagnóstico, ya se encuentran en la fase final de la enfermedad. En el caso del cáncer de estómago, se pueden observar síntomas de alerta inusuales como:
Hinchazón frecuente, sensación de plenitud, malestar, náuseas y acidez estomacal.
Pérdida de peso inexplicable.
Anorexia, malestar epigástrico y reflujo gastroesofágico.
Dificultad para tragar y sensación de algo atrapado en la garganta.
Si se presentan síntomas inusuales, el paciente debe consultar a un médico de inmediato. El médico realizará exámenes, endoscopias gástricas, pruebas y biopsias para determinar el origen de la enfermedad. A partir de ahí, el cáncer se puede detectar a tiempo y tratar adecuadamente.
El cáncer de estómago es una forma de cáncer silenciosa pero muy agresiva que puede pasar desapercibida hasta que alcanza una etapa avanzada. La mayoría de los pacientes ignoran los síntomas iniciales, como una leve indigestión o náuseas, atribuyéndolos a problemas digestivos cotidianos. Por eso, el diagnóstico suele ser tardío, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y el pronóstico menos favorable. La concienciación y la educación pública sobre las señales de alerta que nunca deben pasarse por alto son de vital importancia. La prevención comienza con la adopción de un estilo de vida saludable, que incluye una dieta equilibrada, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, y realizar actividad física con regularidad.
Además, las personas con antecedentes familiares de cáncer de estómago o problemas gástricos crónicos deben someterse a chequeos médicos y pruebas endoscópicas periódicas. El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Las herramientas de diagnóstico modernas y los avances en el tratamiento ofrecen esperanza, siempre que se actúe a tiempo. Si bien el curso de la enfermedad puede ser difícil, con el apoyo, la atención y el acceso a la información adecuados, los pacientes pueden mantener su calidad de vida y luchar con dignidad. La responsabilidad de nuestra salud comienza con nosotros, y el conocimiento es el primer paso hacia la prevención.